Ha culminado ya la primera semana del NaNowrimo, el reto anual de escribir una novela durante un mes.
Conozco esta iniciativa desde hace años, y solo me he apuntado (creo) una vez, sin conseguir alcanzar (ni de lejos) el reto de 50.000 palabras.
Sin embargo, cada año veo en redes sociales a los participantes, cómo se desean ánimos, como viven el reto como una fiesta, cómo algunos lo consiguen y otros no… Sin que eso importa. Porque lo que realmente importa es crear el hábito de escribir cada día, hacerlo durante el mes de noviembre e intentar luego incorporarlo en el día a día hasta conseguir al final que escribir algo (lo que sea) sea más natural que no hacerlo.
Y justo ahora, que estoy en un tremendo boom escrituril gracias a haber terminado de escribir por fin El sabor de las manzanas rojas, y me embarco con enorme ilusión y ganas en escribir la que será la segunda parte, parece el momento ideal para apuntarme de nuevo NaNoWrimo, no como un reto, pero sí como una intención.
Y ahora que, como decía antes, ha terminado la primera semana me gustataría hacer balance de cómo ha ido.
Día 1 de noviembre:
A pesar de que hoy era el día para empezar a escribir como una loca, no lo he hecho. En vez de eso, he terminado de escaletar mi nueva novela Negro como el ébano, rojo como la sangre, a la vez que planificaba el desafío del NaNoWrimo. No he sumado palabras a mi desafío, pero sí que tengo ya muy claro lo que tengo que sentarme a escribir. He aprovechado también el escaletado de la novela para revisar incongruencias con respecto a ESDLMR, que está en proceso de edición y maquinación para publicar próximamente en Amazon. Por otro lado, tras consultar mi horario de trabajo de este mes, y sabiendo que por los turnos largos que hago no podré escribir la mayoría de los días que trabajo, me he dado cuenta de que cuento con 16 días libres para escribir, en vez de 30. Siendo así, el objetivo de 50.000 palabras se me antoja bastante inaudible, por lo que me he puesto el más realista de 30.000 palabras. Contenta con el resultado de hoy, pero aún no he escrito nada, sé que mi objetivo está en escribir unas 1875 palabras por día. ¡Vamos allá!
Día 2 de noviembre :
Hoy he tenido todo el día libre para escribir, y he podido hacer una sesión de escritura por la mañana y otra por la tarde. He ultimado la reescritura de los capítulos 1 y 2 y he iniciado la escritura del 3, con un saldo de 1914 palabras escritas. Hoy también gané mis dos primeras insignias en el NaNoWrimo, una por actualizar por primera vez mi progreso y otra por escribir más de 1667 palabras en un solo día. Me quedan 28.086 palabras por escribir y 15 días para hacerlo. Vamos bien.
Día 3 de noviembre:
Hoy también he podido escribir, y me he sentido genial haciéndolo. He terminado de escribir el capítulo 3, y tuve un subidón muy fuerte al echar al mundo una escena violenta y de bastante carga emocional, que tendrá bastante peso en la trama. Luego, aún tuve tiempo de empezar a esbozar el capítulo 4. He conseguido otra insignia, hoy por actualizar más de una vez mi progreso en el mismo día. He escrito hoy 2022 palabras, con lo que me quedan 26064 palabras en 14 días.
Día 4 de noviembre:
Hoy he tenido turno en el hospital y no he podido escribir. Como trabajo a turnos de doce horas, cuando llego a casa lo hago cansada y con ganas de cenar, ver la tele y acostarme. No sumo palabras, pero no pasa nada, está dentro del plan. A dormir, que queda mucha semana por delante.
Día 5 de noviembre:
Hoy no ha sido un buen día. Me siento extrañamente cansada, a pesar de que anoche dormí muy bien, y a mediodía me empezó una jaqueca que me acompañó hasta el final del día. Aún así he podido escribir 2186 palabras, he terminado el capítulo 4 y empezado el 5. Ya llevo 6122 palabras en total, con lo que he conseguido otra insignia (por superar las 5000 palabras), y estoy súper contenta porque estoy superando mi objetivo de palabras por día. Me quedan 23878 palabras en 13 días. Voy por encima de lo previsto.
Día 6 de noviembre:
Hoy también trabajé. Ha sido un día raro en el trabajo, y ya venía cansada de la jaqueca de ayer. Creo que esta semana tengo un poco de astenia otoñal (si tal cosa existe) o quizás es que me estoy adaptando al horario de invierno. En todo caso, no tenía previsto escribir hoy, así que…
Día 7 de noviembre:
Hoy tampoco se supone que debía haber escrito nada, porque también tenía turno en el hospital, pero sin saber muy bien cómo pude echarle un ratito al teclado, seguir con el capítulo 5 y echar 1980 palabras más al desafío. Ya llevo 8102 palabras escritas en total.
La verdad es que no podría estar más contenta con el resultado de esta semana. He escrito de media de 2025 palabras en cada sesión de escritura de esta semana. Me he demostrado a mí misma que puedo escribir si me lo propongo, aunque trabaje, aunque no me encuentre al 100%, que solo tengo que tener inspiración y ganas de trabajar. Con el deseo de que no se me acabe ni una cosa ni la otra, me embarco en la segunda semana del desafío. Os seguiré contando mis progresos por aquí.