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Un Buen Hombre

Este relato lo escribí como ejercicio para el taller de Fuentetajaliteraria, que mucho me ha enseñado, ¡que sería yo sin ellos! La premisa era escribir un cuento con un final inesperado, ccon un giro sorprendente, pero que no fuera incoherente ni surrealista. Dice mi profesora, Mi catalina querida, que lo conseguí. Lo escribí en uno de eseo momenteos que te sientas ante el teclado y las manos se mueven solas, ni siquiera sabía lo que estaba escribiendo, sino que fui descubriendo la historia a medida que la escribía, y sinetiendo que todo encajaba como las piezas de un puzzle. A ver que me dicen ustedes.

Un buen hombre

Me llamo José, José a secas por el momento. Soy un buen hombre, de verdad que lo soy. Amo a mi mujer, cuido de mis hijos. Trabajo de sol a sol para pagar las facturas, la hipoteca, el colegio de los niños. Todo el mundo dice que soy un buen padre, mis hijos me adoran. El mayor tiene ocho años, el pequeño tiene cinco. Llevo sus fotografías en la cartera. Se parecen a mí. O al menos eso dice mi madre, porque nunca he visto fotografías de cuando era niño. En aquella época las cámaras fotográficas eran algo que sólo tenían las familias adineradas, y la mía nunca lo fue. Y sigue sin serlo.

A veces pienso que nací para perpetuar la vida que mi padre tuvo. Él era albañil, como yo lo soy ahora. Él era muy pobre, igual que yo. También pienso que si no pongo remedio mis hijos continuarán mi vida, mi mediocre vida, y serán pobres y miserables, como su padre y su abuelo antes que ellos. Por eso les pago un colegio privado, porque tengo la esperanza de que hagan algo con su vida, que estudien carrera, que sean médicos, o abogados o arquitectos, como el capullo de mi jefe. O de mi ex- jefe, mejor dicho. Pero todavía no me acostumbro a esto. Diez años trabajando para él y ahora me echa sin darme siquiera las gracias. Expediente de regulación de empleo. Llevo meses oyendo esas palabras en las noticias, pero nunca pensé que me las dijeran a mí. Expediente de regulación de empleo, y mi vida se va a la mierda.

Puta crisis de los cojones. Explotó la burbuja del ladrillo. Todos sabíamos que este día llegaría. Pero cuando llega, me cago en la puta, cuando llega no te lo puedes ni creer. ¿Y ahora cómo pago las facturas, la hipoteca, el colegio de los niños? Con el subsidio del paro sólo nos da para comer, y encima quieren que les des las gracias.

Mis hijos lloraron cuando su madre les dijo que tendrían que cambiarse de colegio. Ya los ha matriculado en la escuela del barrio. Debían empezar el mes que viene, porque no tenemos dinero para que al menos terminen el curso. El colegio del barrio no es muy bueno. No vivimos precisamente en la mejor zona de la ciudad. Mucha droga, mucha delincuencia. Por eso mandamos a los niños a otro colegio. Nada bueno les pasará en la escuela del barrio. Si los dejara ir, terminarían dejando los estudios, frecuentando malas compañías, traficando con drogas. Mi mujer también lloró, pero eso los niños no lo vieron. Yo estoy llorando ahora, aunque no hay nadie aquí para verlo.

Quizá hay otra solución, pero yo no veo ninguna honrada. Ahora está muy de moda eso de robar. A la vecina de enfrente un hombre le robó las bolsas con la compra a la salida del supermercado. Lo siento señora, le dijo el tipo, son para alimentar a mis hijos. Yo podría hacer lo mismo, pero soy un buen hombre, un hombre honrado y no un ladrón.

Sigo llorando ahora, pero estoy más tranquilo. Esto es lo que tengo que hacer. Soy un buen padre. Un buen marido. No voy a ver a mi mujer pasando penurias, ni a mis hijos convertirse en una segunda edición de su padre, pobre y mediocre. No, eso no.

Miro a mi alrededor. Hay mucho silencio, aunque hace un momento los niños lloraban y mi mujer gritaba histérica. Ahora los tres yacen muertos en el suelo y el olor de la sangre impregna el aire. La escopeta es muy pesada. O será que estoy muy cansado. Haré lo que tenga que hacer, pero lo haré como un hombre. Dejo de llorar mientras dirijo el cañón a mi boca. Y disparo.


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3 comentarios en «Un Buen Hombre»

  1. Hummm, tu opinion sobre el aborto me gustó bastante. Concuerdo, lo de los criminales no lo estaba usando como justificacion, sino que es un estudio serio del cual vi informes en la televisión, pero el punto principal es, tal cual, que la mujer tiene que ser dueña de su propio cuerpo y los años de lucha por la liberación femenina servirán de poco y nada si no tenemos este derecho.

    Besos hermosa!

  2. QUÉ GRANDE.

    Como estoy estudiando para Selectividad (sí ahora mismo soy un muerto en vida, como una especie de zombie que sólo se alimenta de apuntes jajajaja) no me da tiempo a leer un capi de la novela de Noah, así que para resarcirme me he leído este cuentecillo. He visto que era del taller ese de escritura del que me hablaste y he pensado: "ahhh… voy a ver…" y como encima era cortito…

    La verdad es que me ha gustado mucho. Lo que te dije en mi comentario espero que no sonara demasiado… no sé, dije lo que pensaba, la verdad. Y en este cuento también lo noto. Es que en todas tus historias se nota una precisión de la hostia… debes tener la cabeza muy estructurada, desde luego jajaja. Lo digo porque uno de mis principales problemas al escribir es que me pierdo a mitad, y veo que el camino que sigo no parece llevarme a ninguna parte (no sé si lo entiendes… pero no puedo explicarlo mejor). Por eso la unidad de tus escritos me tiene alucinado. Ays, si es que tengo que aprender de tí, jejejeje.

    Y sí, a mí también me gustan tus escenas de sexo, y me gustaría mucho saber escribirlas yo mismo. Las tuyas son buenas, me han cortado la respiración un par de veces, ya te diré cuando me exciten, jajajaja. Por otro lado, reconozco que tu esfuerzo debe ser grande, por eso de que eres una chica, como dijiste con la canción de Franz Ferdinand… ¿Sabes? A mí siempre me ha llamado la atención (no lo censuro, y me parece bien, eh) que a las mujeres les guste escribir sobre temática homosexual, y la fascinación que sienten por el uke monoso y el seme buenorro… (jajaja, ojalá los semes buenorros existieran en la realidad… ¡¡mándame a David ya… que necesito desestresarme!!). Lo digo porque a mi hermana le encanta el yaoi, y tal (así fue como yo también empecé a verlo). Por otro lado, he de reconocer que me gusta más la erótica homosexual que he leído (como tu novela, o algunas series de yaoi) porque… no sé, me siento más identificado con ese modelo de hombres, no tanto porque sean gays sino por su psicología… digamos que no soporto el prototipo de "macho ibérico" con el que muchas veces se encasilla a los tíos, y es el que aparece en la mayoría de historias chico-chica. Es que yo soy sensible, empático, debilucho (no tengo ni media torta) excéntrico… en fin. Y no sé. Las escenas homoeróticas me calientan más porque para mí que las mujeres os las curráis mejor que los hombres o mujeres que escriben sobre chico-chica… bueno, ¡por tutatis! (te plagio la expresión, que ya andaba yo buscando una que decir en vez de el insoportable "dios mío", que soy muy pagano yo je) me estoy enrollando como nunca. Felicidades si llegaste hasta aquí.
    (¡Y vivan los frikis, y tu mala leche haciendo críticas jajaja!)

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